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Sr. ANTONIO MATA
PRESIDENTE DEL COMITÉ EJECUTIVO DE AEROLÍNEAS ARGENTINAS

De mi mayor consideración:


Diversos y graves acontecimientos registrados tanto dentro como fuera de Aerolíneas Argentinas que están generando importantes y crecientes dudas sobre la administración de la empresa y su viabilidad en el mediano y largo plazo, me obligan a enviarle la presente.

Por empezar, las reuniones que desde hace seis meses mantenemos con su representante José María Llodrá y los gerentes del Área Técnica, han dado hasta la fecha muy insuficientes resultados que no solucionan en absoluto los problemas de fondo que afronta el Área Mantenimiento, y por ende, podemos calificarlas como inaceptables, tanto para Aerolíneas Argentinas y Austral como para APTA.

Ha habido mucho ruido y pocas nueces, o los hechos no han tenido demasiada correspondencia con los dichos, desde su anuncio de coincidencia y aceptación del proyecto de APTA, para hacer viable al Área Técnica -y a la empresa-, bajando costos y generando mayor rentabilidad, materializando dicha concordancia a través de las reuniones del Foro.

En medio año, de los reclamos y propuestas presentadas por APTA, esenciales para que las políticas de conducción de las Áreas Técnicas y Materiales cambien 180 grados y sirvan a Aerolíneas y no se sirvan de ella, solo algunos de menor cuantía se han hecho realidad, otros no han avanzado concreta y significativamente, y los restantes tampoco han dado logros sólidos y conscientes de su sustentabilidad y éxito en el corto y largo plazo, a saber: Reemplazo del personal fuera de convenio, total o parcialmente, en las Áreas Técnicas y de Materiales.

Esto no es pedido por ninguna "vendetta" personal o por sacar alguna ventaja sectorial a posteriori, sino por el interés y beneficio de la empresa. Pero ustedes han dejado y están avalando a los mismos funcionarios argentinos de conducción, designados por la SEPI / Estado español.

Funcionarios responsables del desmanejo organizativo, y cómplices de la administración fraudulenta que Iberia y la SEPI llevaron a cabo en Aerolíneas. Quienes, obviamente, perpetúan en el presente las mismas depredatorias y letales prácticas. En las áreas de Mantenimiento y Materiales, el principal objetivo sigue siendo el envío de trabajos al exterior -a costos en dólares enormemente superiores a los locales y sin ningún control sobre lo que se hace -, antes que efectuarlos en el país. Para lograrlo, se utilizan todo tipo de artimañas.

Por ejemplo: bizantinas y descabelladas exigencias burocrático-técnicas; baja total del listado de capacidades (Capability List) de todos los talleres adecuadamente aprobados por las autoridades aeronáuticas internas (DNA) y externas (FAA), con el irracional pretexto de su revisión y perfeccionamiento, cuando ello perfectamente pudo ser realizado manteniendo vigente al mismo, (una acción tan innecesaria como bárbara, que nadie que administra a favor de una empresa cometería); práctica habitual y abusiva de "exchanges" para obtener unidades reparadas, algo que en cualquier empresa aerocomercial es la excepción y no la norma, por sus superlativos costos y la descapitalización tecnológica que la misma implica; sobre-exigencias para habilitar la reparación y mantenimiento de unidades, que ni la misma FAA pediría a los talleres reparadores de los EEUU.

Todo conducente a quitarnos trabajo a los argentinos y perjudicar financieramente a Aerolíneas, para dárselo a extranjeros, principalmente en los EEUU. Esto no nos asombra, es lo mismo que hizo Iberia/SEPI/Estado español durante mas de diez años y que APTA denunció durante todo ese período. Lo que nos preguntamos con preocupación creciente, es cómo continúa siendo tolerado por Air Comet-Marsans, dado lo lesivo que resulta para la compañía; teniendo en cuenta el compromiso privado y público asumido por usted respecto del plan de APTA; y considerando que el Sr. Llodrá conocía al detalle todas estas graves anomalías desde comienzos del presente año. El análisis es aún más crítico si pensamos que una de las primeras decisiones que toma cualquier nuevo adquirente de una empresa, es cambiar a su personal jerárquico alto e intermedio, a pesar que, no se haya producido ninguna situación anterior que haga dudar de su idoneidad y honestidad -como sí sucede en el caso Aerolíneas y Austral-, simplemente para contar con una conducción del más alto nivel no comprometida con el pasado, absolutamente fiel a los nuevos propietarios, e imbuidos de su propia cultura empresarial. En Aerolíneas Argentinas y Austral eso no se hizo en ningún área, a pesar de los desastrosos resultados de la gestión Iberia/SEPI/Estado español, y de todas las sospechas que la misma arrojó.

Cabe destacar, que el recambio del personal mencionado no está en absoluto inhibido de hacerse por el compromiso asumido por Air Comet-Marsans -éste solo comprende al personal incluido en convenios colectivos-, por lo tanto, ningún gremio levantaría la más mínima queja, o estaría habilitado a hacerlo. Además, si incluso se produjera el hecho de que no existan en la Argentina, profesionales con los antecedentes, capacitación, e integridad personal necesarios, para ocupar esos cargos del más alto nivel jerárquico desde donde se impulsen los cambios en las políticas empresariales, Air Comet-Marsans tiene la posibilidad y el derecho de reclutar al mismo en España o en cualquier parte del mundo, y traerlo a Aerolíneas Argentinas y Austral para que guíen a las empresas hacia su consolidación y crecimiento.

Ningún gremio tampoco expresaría objeción alguna dado que se trata de personal fuera de convenio, ni menos lo haría o le afectaría al personal subalterno, sino todo lo contrario, puesto que tendría la tranquilidad -que ahora no posee- respecto de que en toda la más alta jerarquía empresaria, existen dirigentes que en verdad están comprometidos con el beneficio y la viabilidad de su fuente y puestos de trabajo. En conclusión, si Air Comet-Marsans no produce el indispensable relevo de su personal de staff, que continúan siendo los representantes de la SEPI/Estado español dentro de Aerolíneas Argentinas y Austral, no es porque no puede, sino porque no quiere.

Le continúo explicitando nuestras demandas para aumentar la productividad, eficiencia y rentabilidad del Área Técnica.

Rehabilitación total de los Listados de Capacidades de los Talleres, ya aprobados por la DNA y FAA (anomalía explicada en el punto anterior).

Compras de repuestos suficientes para reducir al mínimo posible los envíos de reparaciones al exterior y los exchanges.

Los siete millones de dólares en repuestos que Llodrá anunció en el Foro que iban a llegar en mayo pasado, aún los estamos esperando. Se han comprado repuestos, pero aún en insuficiente cantidad para reducir significativamente la inmensa y evitable cantidad de envíos a reparar al exterior y "exchanges" -anomalías potenciadas con la mencionada baja de los listados de capacidades-, lo cual hace que todo el sistema de operación erigido en el Área Técnica y la de Materiales, se dirija siempre a beneficiar a los mismos intereses antiempresariales: los reparadores externos, junto con sus cómplices jerárquicos internos.

Además, la insuficiencia de repuestos impide que se devuelvan reparadas a stock las miles de unidades que se hallan a espera de los mismos, que constituyen un colosal capital empresarial inmovilizado, y que de reintegrarse al circulante, contribuirían aún más a disminuir los envíos a reparar al exterior y los "exchanges". Esta inversión ayudaría a transformar, sumados a los otros cambios reclamados, el actual círculo vicioso existente en Mantenimiento y Materiales que socava anualmente en muchos millones de dólares el patrimonio de Aerolíneas, por otro virtuoso que impida la corrupción y elimine los "déficit" que la misma provoca.

Inversiones en infraestructura de mantenimiento. Compra o fabricación local de Bancos de Prueba e Instrumental, que no exigirían grandes desembolsos de divisas, y que serían amortizadas en el corto y mediano plazo, al permitir la reparación local de unidades, y evitar los costos mucho más altos que se deben pagar con los envíos al exterior.

Impulsar la actividad de trabajos a terceros. El Área Técnica de Aerolíneas podría generar importantes ingresos para la empresa que ahora no produce, como taller reparador a terceros, tanto dentro el mercado local como del internacional -en especial ahora, luego de la devaluación de la moneda argentina-. Solo se necesitan los mismos recursos materiales antes indicados, sobre todo repuestos; mano de obra en cantidad adecuada; y una agresiva política de promoción de nuestros servicios o búsqueda de trabajo externo. Algo hasta ahora inexistente.

Convertir a la gerencia de Materiales en Sub-Gerencia, subordinada a la Gerencia del Área Técnica. Este organigrama propuesto, que rigió durante la mayor parte de la existencia de Aerolíneas Argentinas es el que mejor se ajusta para lograr la racionalidad, eficacia, productividad y optimización de recursos técnicos y económicos del sector de mantenimiento. Haciendo del sector de materiales un auxiliar del mantenimiento, que justifica su razón de ser, de articularse hacia sus mismos fines; y eliminando también gravosos y estériles conflictos de prioridades y jerarquías.

Hasta la fecha, en el único planteo que en apariencia ha habido avances, es respecto de las inspecciones "D" de nuestras aeronaves. Pero aún existen muchísimas dudas de que se está haciendo lo necesario y correcto para terminarlas en tiempo y forma: en relación a la conducción jerárquica designada para dirigirla; la falta de asesoramiento externo experimentado, (dado que es la primera vez que se realiza en el país una inspección de tal magnitud); la falta de conocimiento práctico de gran parte de la mano de obra que se decidió utilizar, puesto que efectúa su primera experiencia laboral; la escasa cantidad de personal técnico de refuerzo asignado a los talleres; y la muy poca cantidad de materiales de repuestos comprados, para mantener / reparar las unidades que por dicha inspección ingresen a los talleres.

Teniendo en cuenta que esta inspección mayor es uno de los tantos trabajos técnicos que se enviaban al exterior- con costos siderales para Aerolíneas-, y que por ende aún deben existir interesados dentro de la empresa para que se continúe haciendo así. APTA no aceptará que se intente encubrir o desviar responsabilidades por falencias inducidas exprofesamente en la organización, conducción, logística y/o medios humanos y materiales, orientadas a aumentar tiempos y elevar costos que descalifiquen y desestimen la realización de esta inspección en el país, atribuyéndoles las culpas al personal Técnico Aeronáutico. El mismo, está absolutamente consustanciado con este gran emprendimiento laboral. Y tanto por defender al patrimonio de su empresa como por su orgullo profesional, está dispuesto a brindar su más alta colaboración en cuanto a capacidad y esfuerzo, para seguir demostrando que los trabajadores argentinos también podemos afrontar con éxito este desafío.

Como contrapartida y "respuesta" a todas nuestras denuncias y propuestas para defender a Aerolíneas Argentinas y Austral, solo hemos recibido hasta la fecha, de parte del interlocutor oficial empresario Sr. Llodrá, una serie de frases formales que supongo intentan conformar un clima de tranquilidad que no tenemos, entre cuyas últimas aseveraciones podemos señalar:
-"No quiero cambiar gerentes, sino mentalidades".
-"Yo les doy los lineamientos a los gerentes (los del Área Técnica), pero ellos, no me hacen caso. No cumplen mis órdenes".
-"Si traigo treinta gallegos para reemplazar al personal jerárquico (staff) que sea necesario y solucionar ese problema rápido, ustedes seguro no lo van a aceptar".
-"Los perros (la corporación jerárquica del Área Técnica) están haciendo un buen trabajo (obstaculizando sus directivas y buenas intenciones)".
-"Denme dos meses más para empezar a solucionarles los problemas que me denuncian en mantenimiento".

Mata, ninguna institución gremial, por lo menos no APTA, puede llegar a confiar y respetar a un representante empresarial que los trata de una manera tan pueril y menospreciativa. Y ningún trabajador, por lo menos no los Técnicos Aeronáuticos, puede creer en las promesas de una dirección empresaria, cuando ella no se corresponde con hechos concretos de cambio en su ámbito de trabajo, que erradiquen la incapacidad, la corrupción, y la deslealtad con la compañía, en el más alto nivel de mando de ese ámbito; para no ser el mismo perro con distinto collar, es necesario producir hechos distintos y no solo dichos distintos. Porque los individuos como las organizaciones, son lo que hacen y no lo que meramente dicen. Por lo tanto, cuando se contradicen, la lectura de la verdad siempre queda del lado de los actos, de las realizaciones, y comienzan a ser verosímiles y convincentes solo aquellas declaraciones que se corresponden con ellas. Como, por ejemplo, la que su representante Llodrá sostuvo en más de una oportunidad a principios del presente año, en varios reductos del más alto poder de decisión de Aerolíneas: "me sobra media empresa" (sic).

También, lamentablemente, empiezan a ser mucho más persuasivas versiones aciagas publicadas en diversos medios de prensa -inquietantemente, jamás desmentidas ni por Aerolíneas, ni por Air Comet-Marsans-, que denunciaron un pacto, o complot SEPI/Estado español - Air Comet-Marsans, con el propósito de que la última se hiciera cargo de Aerolíneas Argentinas por el plazo de dos años, deslindara de responsabilidad al Estado español tanto política como social, y jurídica, sobre lo que sucedió y pueda suceder en Aerolíneas y Austral, y luego, la empresa termine con el mismo trágico final que pretendían darle Iberia /Sepi/Estado Español, que no sería otro que el que se le dio a la desaparecida aerolínea de bandera venezolana VIASA.

Si este es en verdad, el auténtico plan siniestro que se esconde detrás de la gestión de Air Comet-Marsans en Aerolíneas Argentinas y Austral, será muy desgraciado y doloroso para los argentinos; pero lo será igual o aún más para los españoles, dado la crucial decisión adoptada por sus capitales públicos y privados desde hace más de una década, de invertir ingentes sumas en diversificadas actividades productivas y financieras, tanto en Argentina como en el resto de Latinoamérica. Ello les ha originado enormes réditos y también posibilidades de expansión nacional respecto de su influencia geopolítica y geoeconómica, no solo en Latinoamérica sino también a nivel mundial. Pero, también ha colocado a los españoles y a su fuerte apuesta externa de capitales, en una situación de alta exposición, vulnerabilidad y riesgo en nuestra región.

Una conclusión fatal respecto de la existencia de Aerolíneas o dañina a sus intereses, ya sea estando ella administrada por capitales públicos o privados españoles, potenciará ese riesgo al extremo con efecto dominó dentro de la Argentina y fuera de ella. Es lógico que así suceda, porque Aerolíneas Argentinas se ha transformado en un caso emblemático sobre la honestidad, idoneidad y confiabilidad del capitalismo español en el mundo, ya sea a través de la acción de su Estado o la de sus empresarios. No olvidemos que nuestra línea aérea de bandera fue privatizada sin un peso de deuda y con 700 millones de dólares en activos, y fue el Estado español quien la condujo a su debacle, empezando por el gobierno del Sr. Felipe Gonzalez, que aceptó un traspaso empresario indecente, endeudó a la empresa para que se pague a sí misma y comenzó a vaciarla, seguido por el gobierno del Sr. José Maria Aznar que terminó de saquearla, pretendía hacerla desaparecer instrumentando el famoso Plan Director, y quien por último, decidió la entrega de Aerolíneas Argentinas al grupo privado Air Comet-Marsans. Incluso, durante el período que American Airlines dirigió la gestión empresaria, el controlador accionario de Aerolíneas era el Estado español, y por lo tanto su máximo responsable.

En consecuencia, el Estado español no podrá eximirse jamás de responsabilidades sobre lo que él impulsó o aprobó en el pasado, ni de la calidad y transparencia de la gestión privada que eligió para el futuro de Aerolíneas Argentinas y Austral. En cuanto a su actual accionista mayoritario el grupo Air Comet-Marsans, deberá rendir cuentas ante los trabajadores de Aerolíneas Argentinas en particular y al resto de los argentinos en general, sobre los resultados de su administración en nuestra aerolínea de bandera, a la cual ellos se postularon para adquirir, entre media docena de aspirantes a compradores argentinos y extranjeros. Esta evaluación sobre el caso de Aerolíneas Argentinas, como dije, inevitablemente se generalizará como punto de referencia para justipreciar y clasificar a todo el empresariado español en la argentina, y también en el resto del mundo.

Por supuesto, Mata, que no me es ajeno o desconocido en absoluto, los avances y mejoras que se han registrado en la condición empresaria, pero, tampoco me es ajeno, que dichas mejoras fueron logradas en un período donde aún la SEPI / Estado español está haciendo importantísimos aportes de dinero, como parte del acuerdo de compra- venta de Aerolíneas firmado con Air Comet-Marsans.

Cabe preguntarse, cómo la empresa se sustentará y crecerá cuando esos aportes finalicen. Con lo cual, todas las falencias e irregularidades que he denunciado en el Área Técnica, producto de la ineptitud y / o mala fe de su conducción (causas que no es extraño que generen similares irregularidades y fallas, en las restantes áreas empresarias), alcanzan una relevancia vital y estratégica para asegurar en un futuro muy próximo una compañía aérea autosustentable, o técnica, financiera y comercialmente viable. Una empresa, capaz de conservar todos los objetivos que conquistó; y a su vez de disponer de los medios humanos, materiales e institucionales necesarios, para continuar desarrollándose, y sumando todas las nuevas metas que deba.

Es precisamente por esta trascendencia y urgencia que tienen los cambios que hemos planteado, que en APTA nos estamos cuestionando seriamente el rol que está desempeñando el Sr. Llodrá, si en verdad no ha ponderado debidamente nuestros reclamos por mera negligencia o miopía o si lo que en verdad sucede es que está llevando a cabo un plan empresarial decidido al más alto nivel de Air Comet-Marsans, el cual se da de bruces con todo lo declarado y prometido para Aerolíneas por dicho grupo, y por usted personalmente. Es establecer, si lo que ha acontecido en Aerolíneas Argentinas es parte de un proyecto de salvataje y reactivación auténtico, o si solo es una gran maniobra gatopardista que simula progresos, mientras se gana tiempo para cumplir con los objetivos de la SEPI / Estado español usando otros artilugios. Con lo cual, el Sr. Llodrá sería dentro de esta conspiración el caballo de Troya destinado a quebrar nuestras defensas empleando la seducción y el deslumbramiento de la quimera realizada, mientras así paralizados, la aviesa intriga del gatopardo cumple con su fin de muerte, tanto para Aerolíneas como para nosotros.

¿Es ésta la trama real de la historia Mata?

Si llega a ser así, es necesario que ustedes españoles -ayer estatales hoy privados-, comprendan de una vez por todas, que la cuestión de Aerolíneas Argentinas no es esa en la que una parte puede ganar, a expensas de la otra que puede ser forzada a perder. No Mata, convénzanse, eso no fue así, no es así, ni nunca será así. En este vuelo del cóndor, o despegamos y nos salvamos todos, o nos estrellamos también todos -criollos, más godos funcionarios gubernamentales y empresariales- y todos nos matamos.

Así será, no solo por la magnitud del acto criminal que significaría dañar o hacer desaparecer nuestra aerolínea de bandera, sino porque APTA se encargará con infatigable tenacidad y vehemencia para que así sea. Haciendo todo lo posible e imposible para que la catástrofe abarque no solo a los grupos económicos españoles involucrados en Aerolíneas, sino también a los vinculados con otras áreas de la economía, dentro y fuera de la Argentina. Se hará implacablemente, y no por sed de venganza, sino por derecho propio a buscar justicia, y a defender los intereses de nuestra sociedad.

Tal vez consigan un solo "logro" -aunque no para España-, con los abusos e insensateces que ustedes españoles puedan llegar a cometer con Aerolíneas. Es que terminen beneficiando a sus competidores globales a nivel latinoamericano, quienes con o sin cielos abiertos, se terminarán inesperada y gratuitamente quedando con nuestro mercado aerocomercial; y quizás a partir de ahí, con muchas otras empresas que en muy lucrativos sectores económicos de la Argentina y Latinoamérica, capitales españoles se le han adelantado en adquirir y que ellos con estratégica codicia, buscan desde hace largo rato controlar.

Mata, los Técnicos Aeronáuticos somos un sindicato de trabajadores argentinos, que no se ha olvidado que San Martín existió, fue un héroe, y tenía razón en hacer lo que hizo. Su comportamiento ejemplar en la defensa de los derechos y bienes de los nativos de estas tierras, luchando contra una dominación e injerencia exterior perniciosa para los mismos, es para nosotros el mejor y el único modelo posible a seguir, para conducir nuestra vida personal e institucional. Por eso, podemos ser grandes e inmejorables aliados de todos aquellos que en verdad pretendan consolidar y acrecentar nuestras fuentes y puestos de trabajo. Y por eso, también, podemos ser grandes e implacables enemigos de todos aquellos que abierta o encubiertamente persigan lo contrario.

Si es en esta última contienda en la que debemos nuevamente embarcarnos, poseemos la certeza y la seguridad que hoy mucho más que en el pasado, contaremos con el respaldo y la solidaridad de todos nuestros compatriotas, sumados al de organizaciones civiles y políticas -viejas y nuevas-, que están expresando el actual estado de máxima saturación y hartazgo de nuestra sociedad, con quienes desde afuera y desde adentro, en una asociación ilícita entre ladrones y traidores, nos embaucan y nos expolian constantemente.

Para ellos, como para nosotros, Aerolíneas Argentinas se convirtió en el símbolo por excelencia de nuestro anhelo y esfuerzo por resistir y cambiar hacia una Nación más democrática, incluyente y soberana. En el emblema y la bandera de nuestra furia transformadora y creativa, para forjar otra Argentina posible. Por eso, no podemos permitirnos que nadie trate de arrebatárnosla, sin que pague el precio de sucumbir en el intento. Y esto, es algo tan inobjetable como inevitable.

Mata, espero que todo lo que le he expuesto se haya comprendido y creído, en su correcto sentido y dimensión. Será por el bien de todos. Comenzando por el de ustedes mismos.

Atentamente.


Ricardo Cirielli
Secretario General
APTA.


P.D.: Aguardo su respuesta verbal y fáctica, con la perentoriedad que las cuestiones planteadas exigen.

 

 

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