04/12/2008 01:29
                                      Página 12 - Nota - Economía 
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                                      ECONOMIA › DESAFIOS DE LA AA ESTATAL
                                      Salir del pozo de aire
                                    Por Cledis Candelaresi
                                    Si los pronósticos del secretario 
                                      de Transporte son certeros y la ley expropiatoria 
                                      se alumbra en la fecha prevista, el 21 de 
                                      diciembre será el “primer día” 
                                      en el que el Estado tendrá despejado 
                                      el comando de Aerolíneas y Austral 
                                      y deberá resolver en simultáneo 
                                      los problemas. La deuda de más de 
                                      1000 millones de dólares es apenas 
                                      uno. Tal vez el mayor desafío es 
                                      garantizar la operatividad de la compañía, 
                                      excluida del clearing internacional y progresivamente 
                                      complicada por la creciente competencia.
                                    El desafío no parece asustar al 
                                      actual gerente general de parte del Estado, 
                                      Julio Alak, quien días pasados elevó 
                                      a Cristina Fernández de Kirchner 
                                      un informe bastante auspicioso de la gestión 
                                      que lideró desde fines de julio. 
                                      Ahí se consigna que, marginado Marsans 
                                      de la operación, se recuperaron dieciocho 
                                      aeronaves y las pérdidas operativas 
                                      disminuyeron de casi 60 millones de dólares 
                                      en junio a 30 millones en octubre pasado. 
                                      El mismo informe admite otra mirada menos 
                                      optimista: la mitad de la flota está 
                                      fuera de juego, parte en condición 
                                      de “chatarra” (según 
                                      el propio Tribunal de Tasación de 
                                      la Nación), y el resultado operativo 
                                      de todo el 2008, proyectado en el propio 
                                      texto, será negativo en 446 millones 
                                      de dólares. Un cuadro que no será 
                                      fácil revertir.
                                    Para la gestión oficial, ese abultado 
                                      pasivo no es tan preocupante como parece 
                                      a priori. En alguna medida porque lo “exigible” 
                                      es una proporción menor, en parte 
                                      porque más de un tercio de la deuda 
                                      es a favor del propio Estado, que sólo 
                                      dejaría de cobrar lo que de todos 
                                      modos no hubiese cobrado por la debacle 
                                      de la línea privatizada. Aun así, 
                                      la misión de depurar las cuentas 
                                      de la dupla reestatizada se ve compleja.
                                    El Estado es también socio de Aeropuertos 
                                      Argentina 2000, grupo concesionario liderado 
                                      por Corporación América, de 
                                      Eduardo Eurnekian. Este contabiliza más 
                                      de 50 millones de dólares en acreencias 
                                      contra Aerolíneas, que en parte se 
                                      acumulan porque la línea aérea 
                                      retiene la tasa aeroportuaria que cobra 
                                      por cuenta y orden de AA2000 y luego no 
                                      le liquida. El episodio puede minimizarse 
                                      ante la envergadura de los números 
                                      globales en juego. Pero da la pauta de cuán 
                                      enrevesada es la maraña legal y económica 
                                      que tendrá que desnudar la futura 
                                      gestión estatal.
                                    Para revitalizar la operación no 
                                      sólo es necesario reforzar la flota, 
                                      camino que la Secretaría de Transporte 
                                      planea recorrer de la mano de la brasileña 
                                      Embraer y la norteamericana Boeing. También 
                                      es necesario seducir a pasajeros dispuestos 
                                      a tomar el servicio de las líneas 
                                      de bandera. El momento no es bueno, y no 
                                      sólo porque, a contramano de lo que 
                                      ocurre en otros lugares del mundo, los pasajeros 
                                      domésticos vienen decayendo, a razón 
                                      de un recorte del 40 por ciento en la última 
                                      década, sino porque los espacios 
                                      que fueron dejando Aerolíneas y Austral 
                                      por carencia de equipos están siendo 
                                      ocupados por los competidores.
                                    Lan captura una creciente porción 
                                      del cabotaje que, según la fuente 
                                      consultada, oscila entre el 25 y el 35 por 
                                      ciento. A las regionales Sol y Andes se 
                                      sumará en estos días Aerochaco, 
                                      línea estatal montada sobre la estructura 
                                      operativa de la macrista Mc Air, que planea 
                                      conectar el norte argentino con San Pablo. 
                                      Este paulatino copamiento del mercado impone 
                                      más urgencia en la resurrección 
                                      de las reestatizadas.
                                    En el segmento internacional el de-safío 
                                      no es poco. Aerolíneas fue perdiendo 
                                      posiciones a favor de las líneas 
                                      extranjeras, en gran medida por la desmejora 
                                      de su servicio, en parte por debilidad de 
                                      los reguladores. A principios de la década, 
                                      Estados Unidos había rebajado la 
                                      categoría de los aeropuertos locales, 
                                      impidiendo que las líneas argentinas 
                                      aumentaran las frecuencias, Transporte autorizó 
                                      a las estadounidenses a incrementar sus 
                                      vuelos hacia este destino. Asimetría 
                                      que perjudicó al grupo en vías 
                                      de reestatización, que por no pagar 
                                      a tiempo su contribución a la internacional 
                                      Iata no puede establecer acuerdos con otras 
                                      compañías para distribuir 
                                      a sus pasajeros. Un obstáculo comercial 
                                      complicado de sortear.