14/11/2008 
                                      Hispanidad - Por lo Breve
                                      La Fiscalía anticorrupción 
                                      inculpa a la SEPI en el caso Aerolíneas 
                                      Argentinas
                                    Hasta ahora, la colaboración del 
                                      organismo público había sido 
                                      la principal coartada de Marsans frente 
                                      a las imputaciones de desvío de fondos 
                                      públicos, delito fiscal y estafa 
                                      procesal.
                                    Tras esta decisión el caso da un 
                                      vuelco: el Juzgado 35 de Madrid retoma la 
                                      instrucción e imputaría a 
                                      tres directores generales de la SEPI, entre 
                                      ellos, el firmante del contrato, Juan Gurbindo 
                                      Gutierres, junto a Pablo Garolera Masso 
                                      (vicepresidente) y al director Juan Masso 
                                      Garolera.
                                    
                                      La privatización de Aerolíneas 
                                      Argentinas (ARSA), o mejor, el regalo de 
                                      la compañía por parte del 
                                      Gobierno Aznar a la empresa Marsans, con 
                                      un obsequio añadido de 758 millones 
                                      de dólares, ha dado un vuelco tras 
                                      recibirse en el Juzgado número 35 
                                      de Madrid, el informe de la Fiscalía 
                                      Anticorrupción, en el que se pide 
                                      que se impute a tres directores de la Sociedad 
                                      Estatal de participaciones Industriales 
                                      (SEPI), el organismo a través del 
                                      cual se vehiculó el regalo de ARSA 
                                      a Gerardo Díaz Ferrán, hoy 
                                      presidente de la CEOE; y su socio, Gonzalo 
                                      Pascual.
                                    Los dos empresarios están acusados 
                                      de desvío de fondos públicos 
                                      (los que les dio la SEPI para reflotar Aerolíneas, 
                                      además de la compañía, 
                                      vendida por una peseta), delito fiscal (con 
                                      un informe pericial de la propia Agencia 
                                      Tributaria donde concluye que Ferrán 
                                      y Pascual defraudaron en esta operación 
                                      100 millones de euros a la Hacienda pública) 
                                      y estafa procesal.
                                    Hasta el momento, la actitud de la SEPI, 
                                      remisa a proporcionar información 
                                      sobre el contrato de venta -más bien 
                                      regalo- de ARSA, había constituido 
                                      la principal defensa alegada por quien hoy 
                                      preside la patronal CEOE y por el presidente 
                                      de Marsans, Gonzalo Pascual, antes presidente 
                                      de Spanair. Tan remisa, que el Juzgado remitió 
                                      las gravísimas acusaciones contra 
                                      Díaz Ferrán y Gonzalo Pascual 
                                      a la Fiscalía anticorrupción 
                                      y ésta ha decidido que se cite a 
                                      tres directores de la SEPI en calidad de 
                                      imputados. Entre ellos, el más relevante 
                                      es Juan Gurbindo, el hombre clave en el 
                                      contrato de venta firmado en tiempos del 
                                      PP. Era lo que solicitaba el letrado de 
                                      la acusación particular, Rafael Caro 
                                      Moya, y la Fiscalía lo ha considerado 
                                      de lo más pertinente.
                                    Es de destacar que, además, el fiscal, 
                                      respecto a la solicitud efectuada por el 
                                      abogado Rafael Caro Moya sobre la competencia 
                                      de la Audiencia Nacional en el caso, considera 
                                      que el proceso Aerolíneas puede resultar 
                                      una gravísima defraudación 
                                      que incluso “pudiera producir una 
                                      grave repercusión en la economía 
                                      española”, por lo que lo más 
                                      aconsejable sería continuar con las 
                                      actuaciones ante un Juzgado Central de Instrucción. 
                                      Tanta es la importancia que el fiscal otorga 
                                      al caso ARSA.
                                    Ramón Hermosilla, el abogado imputado 
                                      en el caso de la Carta Falsa (paralelo al 
                                      Caso Urbanor, donde actúa como defensor 
                                      de los ‘Albertos’) siempre ha 
                                      mantenido la tesis de que la inocencia de 
                                      los dos empresarios se sustanciaba en la 
                                      actitud escasamente colaboradora del pagano 
                                      -que pagaba con dinero público, se 
                                      entiende-: la SEPI. Pues bien, el fiscal 
                                      anticorrupción considera ahora que 
                                      la SEPI es sospechosa de connivencia en 
                                      el presunto delito. Y no es el único. 
                                      Por lo demás, la decisión 
                                      del fiscal reanuda la instrucción 
                                      del caso Aerolíneas Argentinas justo 
                                      en el momento en que el Gobierno argentino 
                                      pretende expulsar a Marsans, que ha convertido 
                                      el tráfico aéreo en el país 
                                      austral en un verdadero caos.
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