25/11/2008 02:14
                                      Página 12 - Nota - El País
                                      EL PAIS › FUERTE CRUCE ENTRE MARSANS 
                                      Y EL GREMIO DE PILOTOS DE APLA
                                      La pelea por los 
                                      vuelos de Austral
                                    Por Cledis Candelaresi
                                    “El Gobierno no quiso que retuviésemos 
                                      Austral porque esta empresa es un peaje 
                                      que les prometió a los pilotos de 
                                      APLA”, disparó ayer Vicente 
                                      Muñoz, apoderado de Marsans, desde 
                                      Madrid, incriminando simultáneamente 
                                      al sindicato y a la Secretaría de 
                                      Transporte en un presunto acuerdo cuyo objetivo 
                                      habría sido minar a la privatizada 
                                      con recurrentes medidas de fuerza. Jorge 
                                      Molina, director designado por los españoles, 
                                      precisó las connotaciones de “peaje”: 
                                      es una “vía rápida” 
                                      para hacer desaparecer a UALA, sindicato 
                                      que aglutina a los comandantes de la otra 
                                      línea aérea, afín a 
                                      los españoles más que al Gobierno.
                                    Las cancelaciones de los vuelos disminuyeron 
                                      drásticamente desde que comenzó 
                                      la administración del Estado: del 
                                      8,6 al 2,7 por ciento, según un documento 
                                      de la gerencia general. En parte porque 
                                      hay menos medidas de fuerza. Pero, fundamentalmente, 
                                      porque se recuperaron 18 aviones que en 
                                      julio estaban fuera de servicio. “El 
                                      problema era la sobreventa de pasajes: no 
                                      se podía volar porque no había 
                                      equipos suficientes para atender la demanda”, 
                                      replica Pérez Tamayo. La visión 
                                      del líder de la Asociación 
                                      de Pilotos de Líneas Aéreas 
                                      difiere de la de Marsans, que apunta a las 
                                      medidas de fuerza como la causa de sus males. 
                                      “Nosotros nunca hicimos un paro en 
                                      los dos últimos años”, 
                                      se defiende el titular de APLA, en diálogo 
                                      con Página/12. Alguno habrá 
                                      hecho APA (administrativos). Otro, UALA”, 
                                      el gremio de los pilotos de Austral con 
                                      quienes mantienen una histórica rivalidad.
                                    En el momento de la tasación, los 
                                      accionistas hispanos esbozaron por los medios 
                                      la propuesta de cederle Aerolíneas 
                                      al Estado por un valor simbólico 
                                      y quedarse con Austral, cotizada por el 
                                      Crédit Suisse en 350 millones de 
                                      dólares. Esta alternativa fue desechada 
                                      por el Ministerio de Planificación 
                                      y sólo sirvió para fundar 
                                      las presunciones que muchos allegados al 
                                      tema tenían desde antes acerca de 
                                      los planes de Marsans de reforzar esta línea 
                                      en detrimento de la otra. Pérez Tamayo 
                                      se suma a ese coro.
                                    –Les salió el tiro por la 
                                      culata. Su plan era matar Aerolíneas 
                                      y derivar vuelos a Austral. Así repartirían 
                                      el tráfico de Europa con Air Comet 
                                      (línea propiedad de Marsans que hace 
                                      vuelos internacionales). Pero la ley de 
                                      reestatización habla de recomprar 
                                      el ciento por ciento de acciones de las 
                                      dos compañías. Y la ley no 
                                      la hicimos nosotros.
                                    –Respecto de ustedes, la empresa 
                                      siempre se quejó de que volaban la 
                                      mitad de horas que el resto de los colegas 
                                      del mundo.
                                    –Volábamos menos horas por 
                                      la programación que hacía 
                                      la compañía. Por ejemplo, 
                                      en la línea de los 737/200 se volaban 
                                      35 horas por mes. Hoy esa cantidad se subió 
                                      a 65. Antes un piloto hacía un vuelo 
                                      de una hora a Montevideo y se iba a su casa 
                                      por tres días. Ahora vuelve a Buenos 
                                      Aires, va a Bariloche, luego a Córdoba 
                                      y recién ahí empieza su pausa.
                                    –¿Y por qué la empresa 
                                      habría querido hacerlos volar menos 
                                      cuando se quejaba exactamente de lo contrario?
                                    –Justamente, porque transfería 
                                      todo el tiempo vuelos de Aerolíneas 
                                      a Austral. Precisamente esto respondía 
                                      al plan de demostrar que la empresa no era 
                                      viable.
                                    Molina, de creciente protagonismo en esta 
                                      etapa agónica de la privatizada, 
                                      afirma que “APLA quiere que UALA desaparezca, 
                                      para acrecentar su poder absorbiendo a sus 
                                      afiliados”. El gremio que nuclea a 
                                      los pilotos de Austral siempre tuvo posiciones 
                                      más afines a la de la gestión 
                                      privada, comenzando por un diagrama de vuelos 
                                      con más carga horaria al que se avino 
                                      sin chistar. “Si los de APLA ahora 
                                      vuelan más debe ser porque son menos”, 
                                      acota el directivo.