15/11/2008 05:58
                                      La Nación - Nota - Economía 
                                      & Negocios - Pág.3
                                      Aerolíneas: reclaman 
                                      una tercera valuación
                                    Silvia Pisani
                                      Corresponsal en España
                                    
                                      MADRID. Con el conflicto por el futuro de 
                                      Aerolíneas llevado al extremo y con 
                                      la amenaza de expropiación en ciernes, 
                                      el grupo español Marsans, dueño 
                                      de la empresa, apelaba anoche a la necesidad 
                                      de "evitar el pleito" que podría 
                                      desencadenarse en el tribunal del Ciadi 
                                      y llamaba a "cumplir con la palabra 
                                      firmada", que establece convocar a 
                                      un nuevo tasador de la compañía. 
                                      "Hay un contrato firmado y ese contrato 
                                      debe cumplirse. Es terrible para un país, 
                                      es un enorme desprestigio que su gobierno 
                                      no sea capaz de cumplir lo que se firma", 
                                      dijo ayer el presidente de Marsans, Gerardo 
                                      Díaz Ferrán, en diálogo 
                                      con LA NACION.
                                    El directivo aludió así al 
                                      acta acuerdo firmada hace cuatro meses entre 
                                      el ministro de Planificación, Julio 
                                      De Vido, y Gonzalo Pascual y Díaz 
                                      Ferrán. En ella, se establecía 
                                      que, de no llegarse a un acuerdo sobre el 
                                      valor de las acciones, se recurriría 
                                      a un tercer tasador. Pero ayer De Vido dijo 
                                      que ese camino estaba desechado. "No 
                                      habrá un tercer evaluador de los 
                                      activos de la compañía", 
                                      aseguró. "Será el Congreso 
                                      el que tenga la última palabra y 
                                      nos atendremos a ella", añadió.
                                    La alternativa que quedaba era apelar al 
                                      tribunal del Ciadi. La sola mención 
                                      de esa alternativa provoca disgusto en el 
                                      gobierno socialista de José Luis 
                                      Rodríguez Zapatero, según 
                                      indicaron a LA NACION fuentes del gobierno 
                                      español. Significaría, en 
                                      los hechos, admitir el fracaso de los esfuerzos 
                                      anteriores y la imposibilidad de diálogo 
                                      con un gobierno al que se ofreció 
                                      una "relación privilegiada"."Lo 
                                      peor que podría pasar en toda esta 
                                      historia es que terminemos en los tribunales 
                                      de arbitraje. Eso sí que sería 
                                      un fracaso", dijo un funcionario.
                                    "Yo no he hablado del Ciadi, no sé 
                                      lo que es y no estoy hablando de pleitos. 
                                      Hay que evitar el pleito y hay que cumplir 
                                      con lo que se firma", dijo Díaz 
                                      Ferrán.
                                    -¿Usted quiere decir que el gobierno 
                                      argentino no es serio?
                                    -No he dicho tal cosa. Digo que cuando 
                                      toca cumplir hay que cumplir. Y que el contrato 
                                      que hemos firmado dice que, en caso de desacuerdo, 
                                      hay que llamar a una tercera valuación.
                                    -El Gobierno ya dijo que no acepta una 
                                      tercera valuación.
                                    -Yo no he visto eso.
                                    -¿Irán al Ciadi, entonces?
                                    -No sé lo que es el Ciadi.
                                    -¿Hay espacio para llegar a un acuerdo 
                                      amistoso?
                                    -Siempre hemos defendido eso. Es lo lógico. 
                                      El problema es que no se ha conseguido. 
                                      Nosotros no queremos pleitos, hay que evitarlos. 
                                      Estamos deseosos de buscar una solución.
                                    -Seguro. Pero el Gobierno sostiene que 
                                      la valuación del Credit Suisse está 
                                      amañada, hecha a la medida de Marsans.
                                    -No se puede poner alegremente en tela 
                                      de juicio a un banco de la seriedad del 
                                      Credit Suisse.
                                    -Usted no quiere hablar del Ciadi. ¿Cuál 
                                      es el futuro de esto?
                                    -Lo que dice el acuerdo: ir a una tercera 
                                      valuación. Los acuerdos están 
                                      para cumplirse. Que un empresario no lo 
                                      cumpla es serio. Pero que sea un gobierno 
                                      el que no lo hace es mucho más grave. 
                                      Y es un enorme desprestigio para el país.