26/10/2008 02:32
                                      Perfil - Nota - Economía 
                                      - Pág.20
                                      Después de Aerolíneas 
                                      y las AFJP, el Gobierno va por más 
                                      reestatizaciones
                                    
                                      Belgrano Cargas, TBA, YPF, Autopistas del 
                                      Sol, Edesur y hasta Telecom figuran en la 
                                      lista de empresas privatizadas durante los 
                                      90 que el kirchnerismo tiene en la mira 
                                      para que vuelvan a la órbita pública. 
                                      Deficiencias en los servicios, necesidades 
                                      de financiación y la propia estrategia 
                                      del kirchnerismo se cuentan entre las principales 
                                      razones que se esgrimen dentro de la Casa 
                                      Rosada a la hora de definir cómo 
                                      seguirá la tendencia que hoy tiene 
                                      claros ejes en la situación de la 
                                      aerolínea de bandera y los fondos 
                                      previsionales. El tema inquieta a empresarios 
                                      de todos los sectores.
                                    El anuncio de la estatización del 
                                      sistema previsional, que borra de un plumazo 
                                      a una decena de AFJP, dejó en claro 
                                      que ninguna empresa está a salvo. 
                                      La decisión de la semana pasada no 
                                      es un caso aislado. Primero Néstor 
                                      Kirchner y después su esposa Cristina 
                                      han insinuado repetidas veces que nacionalizarían 
                                      empresas durante sus respectivas presidencias. 
                                      Más allá de los discursos, 
                                      desde 2003 rescindieron concesiones a firmas 
                                      de servicios públicos, avanzaron 
                                      con la participación del Estado en 
                                      la economía y estatizaron actividades 
                                      económicas.
                                      
                                      Subsidiadas, con tarifas reguladas y con 
                                      los ojos del Gobierno siempre encima, todas 
                                      esas empresas se parecen entre sí. 
                                      La trayectoria iniciada cuando en 2003 la 
                                      estatal AySA sustituyó a Aguas Argentinas 
                                      y se reestatizó el Correo Argentino, 
                                      en manos de Franco Macri, es larga y, a 
                                      lo largo de cinco años, dejó 
                                      una nutrida lista de empresas cuyo denominador 
                                      común es su relación con las 
                                      privatizaciones y negocios de la década 
                                      del 90.
                                      
                                      Con las AFJP fuera de combate, quedaron 
                                      primeras en la lista Aerolíneas Argentinas 
                                      y Austral.
                                      En este caso la intención es explícita, 
                                      el proceso está en marcha y funcionarios 
                                      de alto rango como el secretario de Transporte, 
                                      Ricardo Jaime, han llegado incluso a esgrimir 
                                      la amenaza de una expropiación.
                                      
                                      Inmediatamente después, aparece otra 
                                      empresa que ha visto de cerca los coqueteos, 
                                      primero de Néstor y después 
                                      de Cristina, para sumarla a las filas públicas: 
                                      el Ferrocarril Belgrano Cargas.
                                      
                                      En 2006, Néstor Kirchner la declaró 
                                      en “estado de emergencia” y 
                                      permitió la entrada del empresario 
                                      Franco Macri junto a un socio chino, más 
                                      los sindicatos de maquinistas y camioneros. 
                                      En pocos meses, terminado el período 
                                      de emergencia, todo quedaría libre 
                                      para una vuelta al Estado.
                                      
                                      También en la mira está Trenes 
                                      de Buenos Aires (TBA). Propiedad de la familia 
                                      Cirigliano, maneja las líneas Mitre 
                                      y Sarmiento desde 1995. El mes pasado, pasajeros 
                                      fastidiados por los retrasos incendiaron 
                                      formaciones en las estaciones Castelar y 
                                      Merlo. Por menos que eso, el año 
                                      pasado la empresa Metropolitano perdió 
                                      la concesión de las líneas 
                                      Roca y Belgrano Sur luego de un día 
                                      de furia en la estación Constitución.
                                      
                                      Menos probable, pero no menos deseable, 
                                      es la joya energética nacional. A 
                                      favor de cualquier intento estatizador, 
                                      Repsol-YPF se encuentra hoy achicando sus 
                                      inversiones en la región para apostar 
                                      fuerte en otras con mejores perspectivas. 
                                      Este año, la filial argentina del 
                                      consorcio vendió el 14% del paquete 
                                      accionario al empresario argentino Enrique 
                                      Eskenazi, de buena relación con los 
                                      Kirchner. También en España, 
                                      uno de los dueños de Repsol, la constructora 
                                      SACYR, está buscando desprenderse 
                                      de su participación en la compañía 
                                      (20%) para hacer frente a deudas.
                                      
                                      Hay más. El control de Telecom Argentina, 
                                      propiedad de su homónima italiana 
                                      y del argentino Grupo Werthein –entre 
                                      otros–, está en litigio. Desde 
                                      que el año pasado Telefónica 
                                      de España, dueña de Telefónica 
                                      de Argentina, compró acciones en 
                                      Telecom Italia, los Werthein pelean para 
                                      no quedar bajo el control de sus rivales. 
                                      En los fondos de las AFJP, que pasarán 
                                      al Estado, están incluidas acciones 
                                      que equivalen al 15% del poder de voto dentro 
                                      de Telecom.
                                      Otra presa tentadora, desencantada con las 
                                      rígidas tarifas locales y en proceso 
                                      de reestructuración accionaria, es 
                                      Edesur.
                                      
                                      También Autopistas del Sol denunció 
                                      por lo bajo –en julio pasado– 
                                      que “sectores oficialistas” 
                                      impulsaban la estatización de la 
                                      empresa, cuando huelguistas liderados por 
                                      Facundo Moyano generaron destrozos en su 
                                      sede.
                                      Por último, y siguiendo la moda internacional 
                                      de rescates, hay también bancos que 
                                      se ven dentro de la lista de candidatos.