08/09/2008 
                                      Ambito Financiero - Nota - Economía 
                                      - Pág.11
                                      Cree el kirchnerismo que protestas de Marsans 
                                      son solo estrategia para evitar problemas 
                                      judiciales
                                      PARA EL CONGRESO, 
                                      OPERACIÓN AEROLÍNEAS ESTÁ 
                                      CERRADA 
                                    La operación de compra de las acciones 
                                      de Aerolíneas Argentinas y Austral 
                                      al grupo Air Comet-Marsans estaría 
                                      ya definida. Aunque falte aún resolver 
                                      el punto más conflictivo de la transferencia 
                                      (la fijación del precio y la evaluación 
                                      de la deuda, los activos y el déficit 
                                      del costo operativo), en el Congreso ya 
                                      existe la idea de que todo el fuego de artificios 
                                      que despliegan los ejecutivos de Marsans, 
                                      cuando amenazan con retener la empresa si 
                                      no llegan a un acuerdo con el gobierno, 
                                      es sólo parte de una estrategia tendiente 
                                      a llegar a un final feliz en la operación. 
                                      En el propio bloque kirchnerista están 
                                      convencidos de que Marsans debe evitar a 
                                      toda costa la quiebra de las líneas 
                                      aéreas para evitar así sufrir 
                                      un golpe en los balances de la empresa matriz 
                                      en España.
                                    Lo cierto es que si no existiera un acuerdo 
                                      final en la operación, sería 
                                      casi imposible que los españoles 
                                      recuperaran el control de Aerolíneas 
                                      Argentinas y Austral, y más aún, 
                                      que pudieran luego seguir gestionándolas: 
                                      «Lo único que tratan es de 
                                      salir de esto sin problemas judiciales, 
                                      plata por las empresas no se van a llevar», 
                                      explicaron el viernes algunos integrantes 
                                      de la mesa de conducción del Frente 
                                      para la Victoria.
                                    
                                      Estrategia
                                    Pero a pesar de ese convencimiento, en 
                                      los bloques oficialistas no tienen claro 
                                      cómo seguirá de ahora en más 
                                      la estrategia de negociación del 
                                      gobierno con Marsans, fuera de las peleas 
                                      que seguirá habiendo por las denuncias 
                                      del Tribunal de Tasaciones sobre la falta 
                                      de datos sobre los balances de las líneas 
                                      aéreas que el grupo español 
                                      debe aportar y las diferencias en los activos 
                                      denunciados.
                                    Por eso, esta semana, Mariano West, presidente 
                                      de la Comisión Bicameral de Seguimiento 
                                      de Empresas Privatizadas; y Alejandro Rossi, 
                                      se reunirán con Ricardo Jaime, secretario 
                                      de Transporte, para definir el futuro de 
                                      las acciones que deberá seguir esa 
                                      comisión y que éstas no se 
                                      diferencien de la estrategia del Poder Ejecutivo.
                                    Lejos de esas preocupaciones, Julio De 
                                      Vido comenzó ayer a tejer acuerdos 
                                      en Brasilia no sólo para la provisión 
                                      de aviones que renovarán las flotas 
                                      de Aerolíneas y Austral, sino también 
                                      para que Embraer, la constructora de aviones 
                                      brasileña, instale una planta en 
                                      la Argentina.
                                    El gobierno quiere comprar a Embraer 26 
                                      aviones para reequipar a las dos líneas 
                                      aéreas en el corto plazo: «Necesitamos 
                                      equipar la compañía», 
                                      dijo ayer De Vido. «La envergadura 
                                      de la operación amerita que Embraer 
                                      desembarque en nuestro país».
                                    Para el ministro, la adquisición 
                                      podría concretarse a lo largo de 
                                      tres años, aunque explicó 
                                      que en el corto plazo se trabaja en la adquisición 
                                      del modelo C90, con capacidad para entre 
                                      90 y 100 pasajeros.
                                    De Vido no quiso revelar el monto en juego 
                                      para esta operación: «Esto 
                                      es una negociación y a mí 
                                      no me sirve adelantar nada al respecto», 
                                      dijo. Pero hasta Luis Inácio Lula 
                                      da Silva está interesado en el proyecto: 
                                      «La cuestión es que Embraer, 
                                      aunque sea una empresa privada, tiene una 
                                      relación muy productiva con el gobierno 
                                      brasileño. Y nosotrostenemos interés 
                                      en que Embraer monte-un brazo en la Argentina 
                                      para producir algunas partes», dijo.
                                    La cuestión hoy estará también 
                                      en el encuentro a solas que mantendrá 
                                      Cristina de Kirchner con Lula. Junto con 
                                      la energía nuclear y los proyectos 
                                      energéticos, la Presidente le volverá 
                                      a hablar al brasileño de las necesidades 
                                      aeronáuticas de la Argentina.