07/09/2008 
                                      La Nación - Nota - Política 
                                      - Pág.9
                                      QUIEREN COMPRAR AVIONES 
                                      DE EMBRAER
                                      Para reequipar a Aerolíneas Argentinas
                                    RECIFE (De una enviada 
                                      especial).- La visita de tres días 
                                      de la presidenta Cristina Kirchner a Brasil 
                                      tendrá un objetivo de inmediatez 
                                      para el Gobierno: cerrar una negociación 
                                      con la empresa Embraer, la tercera a nivel 
                                      mundial, para comprarle 26 aviones destinados 
                                      a Aerolíneas Argentinas.
                                    Así lo anticipó 
                                      a LA NACION el ministro de Planificación 
                                      Federal, Julio De Vido, en la primera escala 
                                      de la gira brasileña de la Presidenta. 
                                      Al llegar a esta ciudad, el funcionario 
                                      sostuvo que negocia con la empresa de aviación 
                                      brasileña para adquirir las naves 
                                      en un período de tres años, 
                                      en los que esperan contar con una mayor 
                                      flota de aviones en la reestatizada Aerolíneas.
                                    La negociación implica 
                                      como contrapartida que la compañía 
                                      brasileña se instale en la Argentina. 
                                      "La envergadura de la operación 
                                      amerita que Embraer desembarque en nuestro 
                                      país", sostuvo De Vido a LA 
                                      NACION. Para ello, el Gobierno quiere que 
                                      lo haga en Córdoba, con la idea de 
                                      formar un trabajo conjunto.
                                    "Necesitamos equipar 
                                      la compañía", agregó 
                                      el ministro, y anticipó que en el 
                                      corto plazo trabaja en la adquisición 
                                      del modelo C90, con capacidad para entre 
                                      90 y 100 pasajeros.
                                    De Vido es el negociador 
                                      número uno que la Presidenta envió 
                                      a Brasil para avanzar en las negociaciones 
                                      con la tercera fabricante de aviones a nivel 
                                      mundial. El ministro viajó, de hecho, 
                                      cuando todavía el Congreso no había 
                                      dado su aval al proceso de reestatización. 
                                      Confiado de que el proyecto oficial no recibiría 
                                      un traspié parlamentario como el 
                                      que sufrieron las retenciones móviles 
                                      a las exportaciones del agro, De Vido viajó 
                                      hace tres semanas a Brasilia, donde inició 
                                      las conversaciones, ya más avanzadas, 
                                      con la compañía.
                                    Pero como parte de esa 
                                      discusión, la Argentina quiere llevarse 
                                      el compromiso de que Embraer fabricará 
                                      parte de los aviones en el país.
                                    De precios, ni 
                                      una palabra
                                      A pesar del avance en la negociación, 
                                      el ministro se excusó de hablar de 
                                      los fondos que deberá desembolsar 
                                      el Estado para pagar las naves, que serán 
                                      todas nuevas. "Esto es una negociación 
                                      y a mí no me sirve adelantar nada", 
                                      consideró el funcionario.
                                    Según agregó, 
                                      desde que comenzó el proceso de reestatización, 
                                      el Gobierno "recuperó", 
                                      tal sus palabras, diez aviones que no estaban 
                                      volando por problemas del grupo español 
                                      Marsans, dueño de Aerolíneas 
                                      y de Austral.
                                    Tampoco De Vido quiso entrar 
                                      en una polémica con los directivos 
                                      de la empresa, que ayer dijeron en una entrevista 
                                      con LA NACION que si no están de 
                                      acuerdo con el precio de valuación 
                                      de la empresa, la mantendrán en su 
                                      poder. "Sin comentarios", fue 
                                      su respuesta, y subió rápidamente 
                                      las escaleras hacia una improvisada oficina 
                                      convertida especialmente en living por la 
                                      familia Pescarmona para agasajar en privado 
                                      a Cristina Kirchner.