14/09/2008 
                                      
                                      Crítica - Nota - El País - 
                                      Pág.8
                                      Como Aerolíneas, pero 
                                      a los tiros
                                    Antes de fin de año, el Ministerio 
                                      de Defensa quiere desplazar a la concesionaria 
                                      estadounidense Lockheed Martin Aircraft 
                                      y reestatizar el Área Material Córdoba 
                                      para crear una empresa de aviación 
                                      nacional. El objetivo de mediano plazo es 
                                      volver a fabricar aviones para abastecer 
                                      a la también reestatizada Aerolíneas 
                                      Argentinas.
                                      
                                      El anhelo de largo plazo es impulsar un 
                                      proyecto aeronáutico industrial como 
                                      el que alguna vez desarrolló el país.
                                      
                                      El Gobierno espera hacer uso de una cláusula 
                                      que figura en uno de los tres contratos 
                                      que firmó la ministra de Defensa, 
                                      Nilda Garré, con el titular de la 
                                      filial local de la Lockheed, Alberto Buthet, 
                                      en octubre de 2007. De acuerdo con ese ítem, 
                                      el Estado tiene tiempo hasta el 31 de diciembre 
                                      para rescindir la concesión sin costo 
                                      alguno.
                                      
                                      Todavía no está claro, por 
                                      ejemplo, qué sucederá con 
                                      el decreto de necesidad y urgencia que firmó 
                                      Néstor Kirchner a cuatro días 
                                      de terminar su mandato.
                                      
                                      Como reveló Crítica de la 
                                      Argentina en marzo, el ex presidente utilizó 
                                      su último DNU para modificar el Presupuesto 
                                      2007 y anexar una partida adicional para 
                                      la Lockheed de 500 millones de pesos en 
                                      los tres años siguientes.
                                      
                                      La empresa estadounidense que en 1995 obtuvo 
                                      la concesión de manos de Carlos Menem 
                                      –y sin licitación pública 
                                      hasta 2023– incumplió sistemáticamente 
                                      el contrato de concesión y violó 
                                      incluso un acuerdo firmado en 2004 con la 
                                      administración K. Lockheed es la 
                                      mayor contratista del área de defensa 
                                      del mundo, pero su papel en la Argentina 
                                      es cuestionado por el oficialismo y la oposición. 
                                      Hoy, el Área Material Córdoba 
                                      es un taller de mantenimiento que Defensa 
                                      pretende reactivar; sólo se fabrican 
                                      allí los aviones 63 Pampa de la Fuerza 
                                      Aérea.
                                      
                                      El proyecto de recuperar el espacio donde 
                                      funcionó la Fábrica Militar 
                                      de Aviones está firme, pero aún 
                                      se estudia cuál sería la mejor 
                                      forma de encarar la nacionalización.
                                      Se analiza la posibilidad de crear una sociedad 
                                      anónima al estilo de AySA o una compañía 
                                      mixta con mayoría estatal.
                                      
                                      Por las dudas, desde el oficialismo se apuran 
                                      a aclarar que no habrá similitudes 
                                      con la reestatización de Aerolíneas. 
                                      “Esto no va a ser una batalla como 
                                      contra Marsans. Esto es un divorcio por 
                                      mutuo acuerdo después de una negociación 
                                      minuciosa que llevó más de 
                                      un año”, le explicó 
                                      a este diario un funcionario nacional.
                                      
                                      En una segunda etapa se evalúa la 
                                      posibilidad de que ingresen capitales privados 
                                      en la compañía.
                                      La iniciativa está tan avanzada que 
                                      desde la Cancillería ya se trabaja 
                                      junto a la Cámara de la Industria 
                                      Aeronáutica para facilitar la venta 
                                      al mundo de los materiales que se fabriquen 
                                      en el Área Material Córdoba.
                                      
                                      El Gobierno busca desde hace tiempo asociarse 
                                      con empresas de la región para su 
                                      proyecto.
                                      La semana pasada, Julio De Vido anunció 
                                      desde Brasilia que se analiza “la 
                                      instalación de Embraer en la Argentina, 
                                      algo de lo que habrá de ocuparse 
                                      el Ministerio de Defensa. El Área 
                                      Material Córdoba es una posibilidad 
                                      muy importante”, afirmó el 
                                      ministro de Planificación. Lo que 
                                      todavía no está claro es cuál 
                                      sería el aporte que podría 
                                      hacer la firma de origen brasileño.
                                      
                                      Por lo pronto, está descartado que 
                                      Embraer se haga cargo del espacio en el 
                                      que el Estado nacional fabricó, a 
                                      lo largo del siglo XX, desde aviones de 
                                      guerra hasta material ferroviario y aeroespacial. 
                                      Ni siquiera se piensa en constituir una 
                                      empresa binacional, como se mencionó 
                                      en alguna oportunidad.
                                      Un funcionario que formó parte de 
                                      la comitiva que viajó a Brasil con 
                                      Cristina Fernández de Kirchner le 
                                      remarcó a Crítica de la Argentina 
                                      que Embraer ya no es una compañía 
                                      brasileña. El Estado brasileño 
                                      sólo conserva la acción de 
                                      oro, pero los capitales son norteamericanos 
                                      e ingleses.
                                      
                                      “En los 50, los brasileños 
                                      no tenían nada y nosotros fabricábamos 
                                      el Pulqui y el Pucará”, repiten 
                                      distintos funcionarios.
                                      
                                      Ese pensamiento alienta a los oficialistas 
                                      que se entusiasman con la posibilidad de 
                                      recuperar la industria aeronáutica 
                                      argentina.
                                      
                                      “Aún existe una camada de ingenieros 
                                      y técnicos capacitados y con experiencia 
                                      para comenzar a trabajar”, afirman.
                                      Garré deslizó por primera 
                                      vez la posibilidad de reestatizar la fábrica 
                                      de aviones militares a mediados de 2006 
                                      e insistió durante todo 2007 con 
                                      su plan, pero no logró imponer su 
                                      criterio.
                                      En octubre de 2007, la ministra y la Lockheed 
                                      firmaron tres contratos: uno para seguir 
                                      con el mantenimiento y la reparación 
                                      de las aeronaves de la Fuerza Aérea, 
                                      otro para fabricar diez aviones IA-63 Pampa 
                                      y un tercero que contiene una cláusula 
                                      de rescisión que podría ejecutarse 
                                      a partir del 1 de enero de 2009.
                                      
                                      Entonces, en la concesionaria norteamericana 
                                      no consideraron que fuera un inconveniente.
                                      “No es una novedad. Desde 1995 todos 
                                      los convenios la incluyen”, dijeron 
                                      desde la empresa.
                                    
                                    Pulqui, Pucará y Pampa en 
                                      la historia
                                    El Área Material Córdoba, 
                                      el predio que busca recuperar el proyecto 
                                      oficial para construir una fábrica 
                                      nacional de aviones, fue la sucesora de 
                                      la Fábrica Militar de Aviones fundada 
                                      en 1927.
                                      Allí trabajan más de mil empleados 
                                      y en los últimos 80 años se 
                                      produjeron una serie de prototipos de alto 
                                      nivel tecnológico que convirtieron 
                                      a la Argentina en el primer país 
                                      latinoamericano productor de aviones.
                                      La fábrica fue fundada por una ley 
                                      promulgada en el gobierno del presidente 
                                      Marcelo Torcuato de Alvear y se inauguró 
                                      en 1927 sobre una superficie de 172.781 
                                      metros cuadrados. En 1947, construyó 
                                      el avión de reacción Pulqui 
                                      I, el primero en Sudamérica.
                                      En 1969, se comenzó a construir el 
                                      avión de ataque IA-58 Pucará, 
                                      del que se construyeron 141 unidades. Con 
                                      posterioridad se construyó el avión 
                                      de entrenamiento avanzado IA-63 Pampa, cuyo 
                                      desarrollo continúa en la actualidad.