14/09/2008 
                                      La Nación - Nota - Política 
                                      - Pág.7
                                      El primer cambio del Estado 
                                      en Aerolíneas: más vuelos 
                                      a Caracas
                                      Viaja cuatro veces por semana con 
                                      un avión transoceánico, que 
                                      nunca va completo
                                    Por Juan Pablo Morales
                                      De la Redacción de LA NACION
                                    
                                      La tripulación de la nave de Aerolíneas 
                                      Argentinas preparaba 256 butacas para recibir 
                                      a un puñado de pasajeros. La luz 
                                      del amanecer entraba en la sala de embarque 
                                      y despertaba bostezos de un manojo de turistas 
                                      y hombres de negocios. La mayoría 
                                      parecía extrañamente cómodo: 
                                      era la primera vez que volvían a 
                                      Caracas sin escalas y en un avión 
                                      tan grande.
                                    Daniel Parra, un empresario venezolano, 
                                      hurgaba en una valija negra para encontrar 
                                      el pasaporte y recordaba cómo había 
                                      llegado. "Vinimos hace una semana, 
                                      en un avión inmenso, al que le sobraban 
                                      la mitad de los asientos." La vuelta 
                                      sería parecida: 7 horas de vuelo, 
                                      100 lugares libres y un recorrido de 5000 
                                      kilómetros con una máquina 
                                      capaz de hacer viajes transoceánicos. 
                                      La misma que en otros tiempos se usaba para 
                                      llegar a Australia.
                                    El vuelo del último viernes a tierras 
                                      de Hugo Chávez fue la prueba de un 
                                      curioso cambio en Aerolíneas Argentinas. 
                                      Dos días antes de asegurarse el control 
                                      total de la compañía, el Estado 
                                      implementó una modificación 
                                      comercial en medio de la crisis: mejoró 
                                      todos los vuelos a Caracas. Desde entonces, 
                                      es una prioridad viajar a Venezuela.
                                    Hace un año, la empresa terminó 
                                      de hundirse en las dificultades más 
                                      severas de su historia. Suspendió 
                                      destinos como Nueva York y México, 
                                      redujo vuelos en rutas clave, como Roma, 
                                      Madrid, Santiago de Chile y Miami, y cayó 
                                      en picada en la participación de 
                                      ventas internacionales (de un 15 a un 3 
                                      %). Hoy tiene acotadísimas frecuencias 
                                      en la mayoría de los vuelos de cabotaje 
                                      y, en 2008, la merma en ventas podría 
                                      alcanzar los 240 millones de dólares.
                                    Sin embargo, desde el 1° de septiembre 
                                      se abrieron nuevas ofertas a Venezuela. 
                                      Hay cuatro vuelos semanales (lunes, miércoles, 
                                      viernes y domingo), sin escalas y en aviones 
                                      Airbus A340-300, un tipo de nave de cuatro 
                                      motores, especialmente concebida para hacer 
                                      viajes de hasta 12.000 kilómetros.
                                    Hasta hoy, ninguno de esos vuelos viajó 
                                      completo. El jueves pasado, una ansiosa 
                                      pasajera llamó a último momento 
                                      al centro de atención al cliente 
                                      para saber si podía volar el viernes 
                                      al amanecer. "Hay amplia disponibilidad 
                                      en todo el avión", respondió 
                                      la operadora de Aerolíneas. Tenía 
                                      pasajes en todas sus variantes: económica 
                                      (803 dólares más impuestos), 
                                      en primera clase (2800) y hasta de una promoción 
                                      ejecutiva limitada (1950).
                                    "Nos va a ir mejor en el futuro. Mejoramos 
                                      los vuelos porque vemos en Caracas una capacidad 
                                      de oportunidad", justificó el 
                                      gerente comercial de Aerolíneas, 
                                      Maximiliano Pozaric.
                                    En general, las agencias de viajes y de 
                                      venta de pasajes reconocen que Venezuela 
                                      podría ser rentable. Las razones 
                                      son políticas. "Venezuela hoy 
                                      es un vuelo netamente corporativo. Los lazos 
                                      políticos incrementaron las relaciones 
                                      económicas y eso empieza a generar 
                                      tráfico aéreo", aseguró 
                                      Alejandro Tamer, gerente de Despegar.com. 
                                      "Hay mucho vuelo cautivo, comercial 
                                      y financiero", explicó Ricardo 
                                      Roza, presidente de la Asociación 
                                      Argentina de Agencias de Viajes y Turismo.
                                    También para Cecilia Vignolo, de 
                                      Biblos Travel, hay "incremento de la 
                                      demanda" en la ruta venezolana, pero 
                                      puso reparos respecto a los cambios en Aerolíneas. 
                                      "¿Es tan rentable como para 
                                      poner un avión tan grande?"
                                    Rodeado de tablas y ecuaciones, Pozaric 
                                      defendió las modificaciones con argumentos 
                                      de un empresario inmerso en una debacle. 
                                      "Elegimos Caracas porque habrá 
                                      demanda, pero también porque no hay 
                                      competencia. Eso es clave. Con esta crisis, 
                                      rivalizar con otra compañía 
                                      nos liquidaría. Y vamos en un avión 
                                      grande porque no tenemos otro para garantizar 
                                      un buen servicio. Tenemos pocos aviones".
                                    Los equipos de Aerolíneas están 
                                      diezmados. Hasta fines de julio volaban 
                                      sólo con 26 aviones, divididos en 
                                      un engorroso sistema de 8 flotas.
                                    "Necesitamos tiempo para modernizarlas. 
                                      Usaremos el Airbus 340 hasta que recuperemos 
                                      otros equipos. Necesitamos recuperar la 
                                      confianza del pasajero", dijo Pozaric.
                                    Hasta ahora no ocurrió. En el amanecer 
                                      del viernes, la mayoría de los pasajeros 
                                      sospechaba de la comodidad. "El servicio 
                                      siempre fue pésimo. ¿Qué 
                                      van a mejorar? Recién quise preguntar 
                                      algo y nadie me atiende", se quejaba 
                                      Jorge Barrios, un venezolano dueño 
                                      de una agencia de viajes. Cerca de él, 
                                      un empresario argentino se la pasaba haciendo 
                                      preguntas: "¿Van a respetar 
                                      los horarios? ¿Van a cumplir con 
                                      el servicio si los aviones no están 
                                      llenos? ¿Acá no hay algo político?"