23/09/2008 01:18
                                      Crítica - Nota - El País 
                                      - Pág.12
                                      “Hay que dejar de robar 
                                      seis meses”
                                    
                                    
                                    Luis Barrionuevo está jugando el 
                                      juego que mejor juega y que más le 
                                      gusta. Atacar, con todo lo que tiene a mano, 
                                      a los Kirchner. Al frente de la CGT disidente 
                                      Azul y Blanca y alineado con el PJ que orbita 
                                      alrededor de Eduardo Duhalde, Ramón 
                                      Puerta y los Rodríguez Saá, 
                                      radiografió para Crítica de 
                                      la Argentina su visión sobre el matrimonio 
                                      presidencial, acudiendo, como es su costumbre, 
                                      a frases para la antología.
                                      
                                      “Me dijo un amigo que si este gobierno 
                                      deja de robar por seis meses, la Argentina 
                                      sale adelante.
                                      Desindexó mi planteo de hace veinte 
                                      años, cuando le propuse a Menem que 
                                      dejáramos de robar por dos años. 
                                      El volumen de plata de corrupción 
                                      que se está manejando hoy es superior 
                                      al de Menem”, dice sonriendo.
                                      
                                      Barrionuevo imagina un futuro negro para 
                                      los Kirchner: “Creo que van a desfilar 
                                      por todos los tribunales, sin ninguna duda. 
                                      A esta altura, ya hay muchas denuncias de 
                                      corrupción y hechos cotidianos en 
                                      ese sentido. No hay más que asomarse 
                                      a las tapas de los diarios y revistas todos 
                                      los días”, aunque dice que 
                                      “todos los gobiernos están 
                                      sospechados.
                                      
                                      Del gobierno de Menem más de veinte 
                                      funcionarios o ministros terminaron procesados. 
                                      Algo parecido pasó con los gobiernos 
                                      de Alfonsín y De La Rúa. Éste 
                                      no va a ser la excepción”.
                                      
                                      También dispara sobre uno de los 
                                      pilares del Gobierno. “En nombre de 
                                      los derechos humanos se están robando 
                                      el país. La hipocresía de 
                                      los K que flamean el tema de los derechos 
                                      humanos, que son caros a todos los argentinos 
                                      y que en la Argentina se avasallaron no 
                                      solamente a nivel de asesinatos, secuestros 
                                      y extorsiones, sino también el de 
                                      los chicos que se mueren de hambre, de la 
                                      gente que está abandonada de los 
                                      que realmente no tienen ni lo mínimo 
                                      para subsistir en el hogar.
                                      Los abandonados, los que no tienen asistencia. 
                                      Ésos también son derechos 
                                      humanos”.
                                      
                                      Tampoco se salva el ministro de Planificación: 
                                      “Cuando uno habla de la redistribución 
                                      de la riqueza y mete las manos en la caja 
                                      de los jubilados para los subsidios de De 
                                      Vido, cuando mete las manos para hacer los 
                                      planes de vivienda para aquella gente que 
                                      la necesita para bancar Aerolíneas 
                                      Argentinas y la corrupción de Jaime. 
                                      Hablar de derechos humanos y hacer esto 
                                      me suena a hipocresía”.
                                      
                                      El sindicalista sostiene que “Kirchner 
                                      nunca habló de corrupción 
                                      porque ya viene con su historia de Santa 
                                      Cruz. Y fíjese que quien investigó 
                                      a Kirchner, que era la socia de Carrió, 
                                      ahora es la ministra de Salud, Graciela 
                                      Ocaña”.
                                      
                                      “Kirchner tampoco habla del tema de 
                                      la seguridad, por aquel prurito de los derechos 
                                      humanos y de la mano dura. Y la Argentina 
                                      se debate en una inseguridad infernal.
                                      Las estadísticas muestran que la 
                                      inseguridad avanza cada vez más sobre 
                                      nuestros hogares.
                                      
                                      Las extorsiones, los secuestros, los asesinatos, 
                                      las salideras de bancos, y sin embargo nunca 
                                      hablan de estos temas”, asegura.
                                      –¿Ve algo positivo en el gobierno 
                                      de Kirchner? –Nunca estuve con este 
                                      gobierno y cuando me propusieron tomar un 
                                      café con él dije que no. Todos 
                                      hablan de Kirchner, pero el que le deja 
                                      el gobierno funcionando a los Kirchner es 
                                      Duhalde. Con una Argentina en pleno crecimiento, 
                                      con las commodities creciendo a precios 
                                      récorda. Pero nunca hubo una política 
                                      económica en serio de previsibilidad 
                                      para ver cómo seguíamos nosotros 
                                      cuando se acabaran las commodities.
                                      –¿Por qué abandonó 
                                      a Moyano? –Yo no me fui de al lado 
                                      de Moyano.
                                      –Usted lo ayudó a llegar al 
                                      frente de la CGT.
                                      –Yo entendí, cuatro años 
                                      atrás y conociéndolo a Kirchner, 
                                      que teníamos que tener un anticuerpo, 
                                      que era una CGT unida y fuerte para sostener 
                                      el movimiento obrero.
                                      Dio resultado. Lo que pasa es que a quien 
                                      pusimos como conducción, a Moyano, 
                                      terminó casándose con los 
                                      Kirchner.
                                      –Y usted terminó yéndose 
                                      solo.
                                      –Solo no, me acompañan 56 gremios. 
                                      Y tenemos una lucha muy ardua porque la 
                                      inflación es del 30% y encima, una 
                                      crisis mundial.
                                      –La Presidenta dice que esa crisis 
                                      no se va a sentir en la Argentina.
                                      –Cristina está en el país 
                                      de las maravillas. No entiende absolutamente 
                                      nada. La realidad es que la recesión 
                                      y el menor consumo ya se están sintiendo. 
                                      Estamos viviendo una situación parecida 
                                      a la que vivimos durante la crisis del campo.
                                    
                                      “Queremos la personería gremial”
                                    
                                    ¿Qué piensa de la personería 
                                      jurídica que reclama hace años 
                                      a la CTA? –le preguntó este 
                                      diario a Luis Barrionuevo.
                                      –A mí me parece que es legítimo. 
                                      Si se la tiene que dar, que se la den. Para 
                                      qué seguir dilatando. No sólo 
                                      estoy de acuerdo, sino que nosotros, desde 
                                      la CGT Azul y Blanca, también vamos 
                                      a pedir la personería. Nosotros somos 
                                      diez veces más que Ctera. Si se la 
                                      dan a la CTA, nos la van a tener que dar 
                                      a nosotros. Es un lindo caso testigo.