24/09/2008 02:06
                                      Página 12 - Nota - Economía 
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                                      ECONOMIA › INTIMAN A MARSANS A QUE 
                                      PRESENTE LOS ESTADOS CONTABLES DE AEROLINEAS
                                      Un balance donde los números 
                                      vuelan
                                      
                                      >La Comisión Bicameral exige conocer 
                                      los números de la línea de 
                                      bandera para definir el precio de las acciones 
                                      que comprará el Estado. Los legisladores 
                                      consiguieron que la Inspección de 
                                      Justicia apure a la empresa.
                                    Por Cledis Candelaresi
                                    Tras la intimación de la Inspección 
                                      General de Justicia para que presente los 
                                      balances adeudados, el directorio de Aerolíneas 
                                      Argentinas se abocó los dos últimos 
                                      días a discutir los últimos 
                                      estados contables, cruciales para definir 
                                      los términos de la reestatización 
                                      en curso. El ultimátum de la IGJ 
                                      fue promovido por la Comisión Bicameral 
                                      del Congreso, con el consenso unánime 
                                      de oficialistas y opositores, que consideran 
                                      imprescindible ese documento para fijar 
                                      el precio de las acciones que compraría 
                                      el Estado, si este engorroso proceso llegara 
                                      a buen término. Por ahora, gana la 
                                      confusión: a través de un 
                                      paper informal, Marsans informó a 
                                      esos legisladores que la deuda actual de 
                                      la compañía supera los 1000 
                                      millones de dólares, por encima de 
                                      lo que se conoció hasta el momento.
                                    No es ninguna novedad que los balances 
                                      del grupo Aerolíneas se presenten 
                                      y aprueben muy tardíamente e incluyan 
                                      estrategias contables que sistemáticamente 
                                      el Estado objeta a través de sus 
                                      directores. Pero esta vez existe una necesidad 
                                      puesta de relieve por la ley que contempla 
                                      la recompra de acciones de parte del Estado 
                                      y que reclama hacer un corte en los cuadros 
                                      contables a julio de este año. El 
                                      balance del 2007 ni siquiera fue presentado 
                                      y por esta razón la Bicameral de 
                                      Seguimiento de las Privatizaciones, comandada 
                                      por el kirchnerista Mariano West, reclamó 
                                      a la Inspección General de Justicia 
                                      que apure los trámites.
                                    El directorio comenzó a ver un borrador 
                                      de aquel balance, que aún no tiene 
                                      la firma de Price, auditor externo. En este 
                                      cuerpo de trabajo mixto, donde conviven 
                                      los delegados estatales Julio Alak y Vilma 
                                      Castillo (5 por ciento), el representante 
                                      del menguado PPP (0,4 por ciento), Jorge 
                                      Mateo y los representantes de los españoles, 
                                      también comenzó a verse el 
                                      plan de negocios elaborado a instancia de 
                                      Marsans y que plantea un futuro muy auspicioso 
                                      para la dupla Aerolíneas-Austral 
                                      y el resto de las firmas satélites.
                                    El optimista programa diseñado por 
                                      los accionistas privados prevé un 
                                      extraordinario aumento de la facturación 
                                      en los próximos años y sería 
                                      tomado como base para valuar la empresa 
                                      según el método del flujo 
                                      de fondos, que ellos defienden. Para defender 
                                      la promisoria performance que tendrían 
                                      las líneas aéreas, Marsans 
                                      apunta a los propios datos que Alak dio 
                                      semanas atrás en Diputados, cuando 
                                      informó cómo la gestión 
                                      estatal permitirá superar el déficit 
                                      operativo.
                                    En su afán vendedor, los accionistas 
                                      españoles están activos. El 
                                      viernes trataron de calmar la ansiedad de 
                                      los legisladores de la Bicameral, a la que 
                                      la nueva ley asigna un lugar protagónico 
                                      en la operación en curso, girándoles 
                                      una nota en la que, entre otras cuestiones, 
                                      informan sobre el monto de la deuda, que 
                                      estaría por encima de los 890 millones 
                                      de dólares reconocidos hasta el momento 
                                      en que se dispuso reestatizar la empresa.
                                    Según el extracto de estados contables 
                                      que los accionistas privados giraron al 
                                      Parlamento, la deuda por todo concepto al 
                                      30 de mayo es de 3090.849.192 pesos, de 
                                      los cuales 58 millones son un remanente 
                                      del concurso. Es decir, casi 1000 millones 
                                      de dólares que, considerando el déficit 
                                      operativo actual, podría seguir engrosándose. 
                                      Lejos de esclarecer, ese aporte escrito 
                                      ensombreció un poco más el 
                                      panorama.
                                    El marco legal tampoco ayuda a superar 
                                      el enrarecimiento. Se promulgó la 
                                      ley que habilita la recompra de acciones 
                                      de parte del Estado y deja en el Congreso 
                                      la última palabra respecto del precio 
                                      de esos títulos de propiedad, que 
                                      fijaría el Tribunal de Tasación. 
                                      Pero hasta un día de octubre –que 
                                      según los sesenta días hábiles 
                                      por calendario es el 9 de octubre, pero 
                                      ni el Gobierno ni el accionista indican 
                                      con precisión– está 
                                      vigente el Acta Acuerdo que Ricardo Jaime 
                                      y Julio De Vido firmaron con Marsans para 
                                      fijar un valor de común acuerdo o 
                                      buscar un árbitro imparcial.
                                    La ley habilita la imposición de 
                                      un precio de parte del Estado, lo que asemeja 
                                      la operación a una eventual expropiación. 
                                      Este camino se da de bruces con el contemplado 
                                      en el acta, herramienta legal que le sirve 
                                      a Marsans para amenazar con una eventual 
                                      indemnización.